Vida en la colmena y como se compone
Colonia
Antes de adentrarnos en las funciones dentro de una colmena y las tareas de las abejas en la misma. hay que comprender que es una colonia y que tipos de individuos la componen para comprender mejor su funcionamiento.
Además es importante aclarar que este es el análisis de una especie de abeja, Apis mellifera, que es la abeja domestica que todos conocemos. Tiene una naturaleza social que hace que el individuo, en sí mismo, carezca de valor en favor de la colectividad de las abejas. En síntesis son organismos eusociales.
Cada abeja es importante en la vida de la colonia. Entiéndase como colonia a la población de abejas que reside en una colmena, y que trabajan juntas para satisfacer sus necesidades y asegurar su supervivencia.
La colonia es un organismo porque:
- Es capaz de regular su temperatura interior independientemente de la temperatura ambiente.
- Es capaz de controlar el nivel de humedad y la concentración de oxígeno dentro de la colmena.
- Posee un comportamiento higiénico que le permite mantenerse sana, ya que la colonia limpia permanentemente a la colmena.
- Todos los miembros de la misma colonia poseen un olor distintivo que las diferencia de otras colonias.
Debido a que la abeja es un insecto social, los cambios en el ambiente hacen que la COLONIA TODA adapte su comportamiento a las nuevas condiciones.
Las abejas Apis mellífera son insectos sociales, y su vida así como la colonia misma dependen de una comunicación eficiente.
La comunicación es la transferencia de estímulos de una abeja a otra, lo que provoca una respuesta, ya sea una modificación en el funcionamiento del cuerpo o en el comportamiento de la que recibe la información.
Las abejas se comunican por medio de:
- Danzas
- Sustancias químicas o feromonas
Las danzas comprenden distintos “bailes”, que en diferentes circunstancias comunican distintas
informaciones. Por ejemplo: la distancia y dirección de la fuente de alimentos o el sitio adecuado para alojar un nuevo enjambre. La intensidad de la danza es mayor si hay gran disponibilidad de néctar , o hay alta concentración de azúcares. También la intensidad de la danza varía con el momento del día.
Las feromonas son sustancias químicas producidas por glándulas y secretadas fuera del cuerpo.
Estas sustancias contienen un mensaje preciso que modifica la conducta de la abeja que percibe esa feromonas.
Esto quiere decir que los estímulos externos e internos de la colmena cambian y alteran el comportamiento de las abejas.
¿ Como sabe la abeja lo que tiene que hacer dentro de la colonia?
Cada abeja tiene una leve diferencia respecto al resto de sus compañeras en un determinado momento. Esa diferencia está dada por:
- Su dotación genética: características heredadas de los padres que determinan la apariencia y el comportamiento social y productivo de la colonia.
- El estado de madurez y funcionamiento de su cuerpo.
- Estímulos externos.
Integrantes de la colonia:
La abeja pasa de huevo a adulto sufriendo una serie de cambios que determinan cuatro etapas en su vida:
Etapa de HUEVO ----> Etapa de LARVA ----> Etapa de PUPA ----> Etapa de ADULTO
Huevo a larva tarda 3 días
Larva a pupa, hembras 8 a 9 días. Machos 10 días
¿Cómo salen reinas, obreras y zánganos?
Los zánganos son los únicos individuos machos de la colonia. Se originan a partir de huevos no fertilizados (óvulos no fecundados), colocados en celdas de mayor tamaño que el resto.
Todas las hembras (reinas y obreras), se originan a partir de huevos fertilizados (óvulos de la reina fecundados por esperma de machos) pero:
Los huevos que originarán obreras, serán puestos en celdas más pequeñas y serán alimentadas de una manera especial.
Los huevos que originarán reinas, serán puestos en celdas colgantes de mayor tamaño, especialmente hechas para la ocasión y que no vuelven a usarse y también reciben una alimentación especial diferente.
REINA
La reina es fecundada por un número variable de zánganos durante sus primeras 3 semanas de vida. El esperma es almacenado dentro de su cuerpo y utilizado en la fertilización de huevos (que darán origen a obreras o a reinas, según hemos visto).
Las reinas más activas pueden poner entre 1500-2000 huevos por día en breves períodos. Después del segundo año de vida, la capacidad de postura de una reina suele disminuir, por lo que los productores de miel suelen reemplazarla cada dos años para mantener colmenas vigorosas. Pero en ambientes subtropicales la actividad de la reina es mayor y conviene reemplazarla todos los años.
El principal trabajo de la reina es fecundarse y poner huevos toda su vida. Para esto, está adaptado su cuerpo, no tiene dispositivos para la recolección de polen en las patas ni tampoco sirve para defender la colmena, aunque tiene un aguijón curvo, que sólo usa cuando entra en lucha con otra reina.
La reina es la madre de cada abeja de la colmena. La herencia de todos los miembros de la colonia proviene de ella. Esto significa que la calidad del trabajo, el temperamento y características de la colonia provienen de ella. Así al cambiar la reina, obtendremos
al cabo de un tiempo, una colonia completamente nueva, con un comportamiento distinto.
La reina controla el comportamiento del resto de los individuos de la colonia mediante las feromonas. Así:
- Evita que las obreras construyan nuevas celdas reales.
- Evita que las obreras desarrollen su capacidad de poner huevos.
- Atrae a los machos durante el vuelo de fecundación.
- Regula la vida media y actividad de de las obreras.
- Determina la identidad de la colonia.
Así, cuando la reina se pierde, desaparece la fuente de feromonas y las obreras empiezan a criar otra reina (a menudo dentro de las 5 ó 6 horas desde la desaparición de su reina), si fracasan en este intento la colonia morirá irremediablemente a menos que intervenga el apicultor.
OBRERA
La mayoría de los individuos que componen la colonia son obreras. Se trata de hembras no fecundadas, que en una colonia normal no ponen huevos, ya que están anuladas en esta función por efecto de las feromonas de la reina.
La obrera es considerablemente más pequeña que el resto de los individuos de la colonia. Sus alas casi cubren el abdomen. El par de patas posterior posee una adaptación para el transporte de polen. Su cuerpo es peludo y el aguijón es fuerte y bien puntiagudo, siendo usado en la defensa de la colonia.
En regiones de clima templado, la duración de la vida de una obrera es de alrededor de 35 días en la estación de mayor actividad y se alarga a varios meses en el invierno. Esto podría explicarse porque las abejas “de invierno” vuelan menos, y tienen algunas diferencias en su organismo como es la mayor acumulación de reservas. A comienzos de la primavera gran parte de las obreras que sobrevivieron en el invierno mueren y la colonia disminuye su tamaño.
En las regiones tropicales, dado que no existen estaciones tan marcadas, no existen diferencias y sólo se ve una disminución de la postura en épocas de abundantes lluvias.
Las obreras realizan todo el trabajo de la colonia, excepto la postura de huevos fertilizados. Poseen el instinto, las herramientas corporales y las glándulas para realizar todas las tareas y proveer todas las sustancias que la colonia necesita.
Un día en la vida de una obrera consiste en descansar, pasear y trabajar, ya que no puede dedicarse a la misma tarea durante un largo período de tiempo.
Las abejas que están “paseando” dan la sensación de que lo hacen sin un objetivo determinado pero en realidad, es en esos “paseos” se da un continuo ofrecimiento y aceptación de alimentos, de manera que cada abeja tiene en su intestino las mismas
sustancias que cualquiera de las otras. Además de los alimentos, circulan en esos paseos las “feromonas” que controlan parte del comportamiento de las abejas y
también intercambian información, que le permite a la colonia en su conjunto un acabado conocimiento del ambiente circundante.
Durante las 2 o 3 primeras semanas de su vida, las obreras desempeñan tareas dentro de la colmena y se denominan nodrizas. Estas jóvenes obreras son las encargadas de alimentar y cuidar las larvas, reparar y construir celdas, mantener la higiene, la temperatura, la humedad adecuada y procesar néctar y polen.
La última ocupación que asumen las obreras antes de salir a trabajar al campo, es la tarea de guardianas.
Ellas se paran en la piquera, mirando hacia afuera y controlan la entrada de todos los individuos. Atacarán a avispas, a otros insectos y a abejas extrañas a su propia colonia. Aunque raramente atacan a abejas extrañas que entran con comida. El olor característico de la colonia juega un papel fundamental en el reconocimiento entre los individuos. El número de abejas guardianas es pequeño y decrece cuando la entrada de néctar y/o polen es abundante.
Generalmente las obreras guardianas tienen alrededor de 3 semanas de edad, ya que allí su cuerpo logra tener las más altas concentraciones de feromona de alarma y veneno. Sin embargo, si la colonia se ve obligada, abejas más jóvenes o más viejas se adaptarán y realizarán esta tarea. Las guardianas desempeñan su función durante
pocos días; y muchas obreras pasarán directamente a trabajar al campo sin haber desempeñado este trabajo.
Luego de vuelos de orientación en los que no colectan nada, comienzan a actuar como pecoreadoras y traen a la colmena néctar, polen, agua y propóleos
.La cantidad de tiempo que las abejas dedican al pecoreo depende fundamentalmente de las necesidades de la colonia y de la disponibilidad de alimento.
El pecoreo es una de las tareas de mayor peligro, ya que dentro de la colmena, las obreras están protegidas de los cambios del tiempo y de los depredadores. En algún momento de su vida, las obreras se transforman en exploradoras. Sólo un 5% de las obreras de una colonia se pueden considerar en esta función. Las exploradoras se dedican a investigar cada flor en su vuelo en línea y valoran su utilidad de acuerdo a la concentración de azúcar en el néctar, cantidad de néctar que producen y cantidad de plantas presentes. Este sistema asegura un uso más eficiente de la energía, evitando vuelos inútiles sobre todo cuando el alimento es escaso.
ZANGANO
Se denomina zánganos a los machos. Tienen una contextura física más fuerte que las
hembras. Sus alas son largas y cubren completamente su abdomen. La cabeza es la parte de su cuerpo más característica debido a sus enormes ojos que reducen el tamaño de su cara a un pequeño triángulo. En general, y aunque podrían alimentarse a sí mismos con las reservas de miel, los zánganos son alimentados por las obreras.
Su función más importante es la fecundación de la reina, aunque desempeñan otras funciones menores como la regulación térmica.
Comúnmente, el número de zánganos en la colonia es de unos pocos cientos. Esta cantidad de individuos parecería a simple vista un desperdicio, ya que la reina copula con un número muy pequeño de zánganos durante su vuelo nupcial. Pero dado que la copulación tiene lugar al aire libre, quizás sean necesarios muchos zánganos para asegurar que una reina virgen sea pronto fecundada y vuelva con relativa facilidad a la colmena.
El primer vuelo de un zángano ocurre alrededor de los 6 a 8 días de vida. Suelen volar cuando el tiempo es cálido y hay poco o nada de viento. Sus vuelos de orientación
duran 15 minutos pero un vuelo de fecundación puede durar hasta una hora.
Al final de la estación, los zánganos son eliminados por las obreras, quienes no les permiten la entrada a la colmena. Debido a que los zánganos son incapaces de
pecorear, pronto mueren.
Enjambrazón
La única manera que tiene una colonia para multiplicarse naturalmente es produciendo una o más reinas que se van de la colmena con las abejas necesarias para formar otra colonia en su nuevo lugar. Esto se conoce con el nombre de enjambrazón.
Lo que determina que la colonia se decida a enjambrar tiene relación con los factores que hacen que las abejas comiencen a criar otra reina.
Se considera que son varios los estímulos que desencadenan el proceso, pero estos elementos actúan conjuntamente. Uno de ellos independientemente del resto no puede incitar a una colonia a enjambrar. Entre estos estímulos, hay factores propios de la colonia:
- Tamaño de la colonia.
- Congestión del nido de cría.
- Abundancia de abejas jóvenes.
- Reducida transmisión de feromonas.
Colmena
Colmena
La importancia de las construcciones de las abejas radica en que la mayor parte de sus vidas se desarrolla dentro del panal, dentro de la colmena.
Conocer como las abejas definen el sitio donde van a establecerse y saber la forma en que el enjambre construye el nido, son importantes para desarrollar las colmenas artificiales utilizadas en la explotación apícola.
La elección del sitio donde se establecerá el enjambre o la nueva colonia es el último paso de la enjambrazón.
El nuevo sitio deberá asegurar que la nueva colonia pueda sobrevivir y desarrollarse por muchos años, por eso debe reunir una serie de características:
1. Distancia de la colonia madre: La distancia desde la colonia madre es variable. Por un lado, el enjambre quiere alejarse lo suficiente como para no competir con la colonia madre en la obtención de néctar y polen, y por otro, no puede alejarse tanto debido a que ello demandaría un alto gasto de energía. Las obreras abandonan la colonia madre con una cantidad de energía (miel) limitada por el tamaño de sus buches. Por lo tanto, es indispensable que la elección del sitio y la construcción del nido sean hechos lo más rápidamente posible. En promedio, se ha comprobado que los nuevos enjambres se establecen entre 500-600 m de la colonia madre, pero existen diferencias en las distancias que están fundamentalmente ocasionadas por: las razas de abejas y la disponibilidad de néctar y polen del lugar en cuestión.
2. Tamaño del nido: Las distintas razas de abejas prefieren diferentes tamaños de cavidades para establecer el nido. Las abejas de clima templado requieren espacios mayores debido a su necesidad de acumular reservas para pasar el invierno. En valores promedios hablaríamos de un volumen de 40 litros, similar al de la colmena estándar utilizada por el hombre (42 litros). Las abejas tropicales introducidas en Sudamérica, construyen sus nidos en un volumen mucho menor (22 litros en promedio). Otra diferencia entre razas es que: las abejas de climas templados, en general construyen sus nidos en cavidades pre-existentes, pero las abejas de climas tropicales construyen nidos que cuelgan de ramas o de rocas.
Cuando las abejas exploradoras encuentran un sitio adecuado, vuelven al enjambre y comienzan a danzar en una manera similar a aquellas que usan para indicar fuentes de néctar y de polen. Estas danzas de localización son más prolongadas y pueden durar entre 15 y 30 minutos. La danza se complementa con señales químicas.
Cuando la mayoría de las exploradoras danza en el mismo sentido, el enjambre vuela hacia ese sitio.
Comienza entonces la construcción del nuevo nido . La rapidez con que se efectúa es esencial para el enjambre ya que las crías o el almacenamiento de néctar y polen requieren de la existencia del panal.
La construcción del nuevo nido o colmena
Las abejas diseñan su hábitat de manera que esta se adapta perfectamente a la serie de actividades que se desarrollan en ella, ya que ahí pasaran la mayor parte de sus vidas.
Las colmenas están formadas por estos panales que construyen las abejas, consiste en un arreglo regular de celdas hexagonales, ordenadas en series paralelas construidas enteramente en cera producida por las mismas abejas.
En los panales podemos encontrar tres tipos de celdas:
- Hexagonales pequeñas son usadas para la cría de obreras.
- Hexagonales grandes son usadas para la cría de zánganos.
- Cónicas y alargadas, que cuelgan del borde del panal y se usan solamente para criar reinas. Se hallan en la colmena cuando la colonia se prepara para enjambrar o pretende cambiar su reina.
Las celdas hexagonales son las que sirven para el almacenamiento de néctar y polen, independientemente del tamaño. La forma hexagonal en las celdas fue una sabia elección de la naturaleza, ya que permiten aprovechar el espacio al máximo, obteniendo el máximo número de celdas por unidad de superficie.
Las celdas son construidas con una inclinación de 13º desde la base a la abertura, para evitar que la miel se deslice.
Una vez que las celdas se llenan, las abejas las operculan . El opérculo es la pared de cera con que las abejas sellan los panales. Es plano en las celdas que contienen crías de obreras o miel. Son de forma abovedada en las celdas de zánganos y cónicas en las celdas destinadas a crías de reinas. Las celdas destinadas a polen no son operculadas.
Las colonias de abejas europeas construyen celdas, cuyo diámetro es 5,2 + 0,05 mm. Las celdas de colonias más viejas son en general de un tamaño irregular. La cavidad interior de la celda se modifica con las sucesivas cargas de miel, y también se achica en el nido de cría, ya que después de cada nacimiento, quedan adheridas a las paredes de la celda restos de las mudas anteriores.
Las colonias de abejas tropicales construyen celdas aún más pequeñas (4,6 mm), pero a medida que la colonia madura, el tamaño de las celdas aumenta (4,8-4,9 mm). Esto se entiende como una adaptación que les permite criar obreras más pequeñas inicialmente y conservar así sus recursos hasta que la colonia pueda juntar suficiente néctar y polen.
En condiciones naturales, el enjambre completa la construcción del panal en 45 días aproximadamente
La construcción de un panal comienza desde el techo o un costado de la cavidad del nido, con 2 ó 3 sitios de construcción en cada panal. Luego, cada sección del panal es unida con otra, de manera que no aparecen uniones visibles una vez que este ha sido terminado.
Las obreras se cuelgan sosteniéndose de los muslos formando cadenas y un denso racimo que mantiene una temperatura de 35º, la óptima para la secreción y manipulación de la cera. Las placas de cera son removidas desde el abdomen y pasadas a las patas delanteras y mandíbulas para ser usadas en la construcción. La cera es mezclada con saliva para darle consistencia adecuada y un grado de plasticidad que le permita ser moldeada.
Las abejas usan resinas de plantas para otros aspectos de la construcción del nido. El propóleo no es producido por las abejas.
Estas resinas pegajosas, el propóleo o “goma de las abejas” son colectadas por las obreras a partir de plantas que segregan resinas y son llevadas al nido en las “canastas para polen” de las patas posteriores.
Con temperatura templada, las resinas se vuelven fáciles de manejar. Por eso, las obreras realizan este trabajo de recolección en las horas de más calor. Al llegar a la colmena y aún sobre la plancha de vuelo, antes de entrar, otras abejas le ayudan extrayendo el propóleo antes de que se enfríe, y lo depositan donde la colonia lo necesita. Los propóleos son usados por las abejas para tapar agujeros y rajaduras en el nido, cementar y reforzar las bases de los panales, forrar la cavidad de la colmena con una fina película aislante y para embalsamar intrusos que han sido muertos pero son demasiado grandes para ser transportados fuera de la colmena (Ejemplo: un ratón).
Organización de la colmena
Generalmente las abejas organizan su colmena de la siguiente manera:
- La miel es almacenada en la parte superior y en las zonas periféricas del nido.
- La cría permanece en las zonas más bajas y centrales.
- El polen es colocado cerca del nido, para que sea de fácil acceso a las abejas nodrizas.
- Las celdas para zánganos están agrupadas en los bordes del panal; aunque en algunas razas de abejas pueden estar dispersas por todo el panal.
- Las celdas reales, si las hay, se encuentran en la parte superior de los panales o en grietas de la superficie del panal.
Colmenas hechas por el hombre
El ser humano buscó la forma de obtener los productos que le ofrecían las abejas sin destruir el nido y desarrolló la colmena movilista, que incorpora muchas de las características del nido construido en condiciones naturales.
En estado natural y sin la intervención del hombre, las abejas llegan solamente a algunas flores y el producto (por ejemplo: miel) sólo es utilizado por la colonia para alimentarse ella misma. Si el hombre interviene en este sistema natural, organizando un apiario, las abejas visitarán muchas más flores, se producirá más miel, que ahora alcanzará para la colonia, para la familia del apicultor y para vender.
El apicultor tiene una función importantísima en el sistema, ya que hasta puede modificar el ambiente natural.
Así al abrir una colmena moderna encontraremos en la parte inferior el nido de cría, rodeado por depósitos de polen y hacia el exterior la miel.
Para diseñar la colmena, el hombre tuvo en cuenta:
- Necesidades propias de las abejas.
- Necesidades propias del apicultor.
Es importante aclarar que las abejas desarrollan su nido en el ambiente que el hombre propone.
Colmena Estándar tipo LANGSTROTH
En 1851 el Reverendo Langstroth desarrolló, a partir de sus observaciones una colmena con partes móviles que determinó una nueva era de la apicultura, consistía en:- Un cajón de 4 caras, formando ángulos de 90 grados.
- Un conjunto de cuadros rectangulares, que la colmena trabaja cada uno independiente de los demás y del cajón
Observó que existía un espacio mínimo de separación entre los panales construidos y lo llamó pasillo de las abejas.
La distancia entre panales, determinada por el espacio abeja, permite el adecuado mantenimiento de la temperatura dentro del nido de cría y la correcta regulación de la humedad durante la maduración de la miel, y además las abejas reconocen esto como pasos naturales y no construye ni sella.
Esta colmena se materializa en :
Las abejas colocan cera, polen, miel y cría en estos cuadros trabajándolos cara por cara. Si agregamos que una manipulación cuidadosa hace que la abeja se mantenga adherida al cuadro y que con un cepillo o golpe de muñeca son removidas fácilmente, nos encontramos ante la posibilidad de manejar toda combinación posible de cera, miel, polen, cría y abejas, manipulando cuadros.
Cada colmena consta de los siguientes elementos:
Piso: Cierre inferior del cajón, que deja una abertura de entrada y salida de abejas llamada piquera.
Techo: Cierre superior que evita escapes de aire y protege del sol y la lluvia. Cuando se decide generar un cámara aislante, se intercala una entretapa.
Alzas: Los cajones que contienen en su interior cuadros o marcos sobre los que las abejas labran los panales.
Partes de un marco que conforma un panal |
.
En general la primer alza es llamada cámara de cría y así lo organiza la colonia; y el resto de los cajones, superpuestos a la cámara de cría reciben el nombre de alzas melarias.
Por superposición o retiro de estos cajones la colmena crece o decrece.
Según la altura de las alzas, se habla de:
a) Alza: En la colmena Langstroth, tiene una altura de 24,2 cm. Se usaba de manera excluyente en Argentina hace 50 años.
b) Media Alza: Mide 14,5 cm, y se difundió como alza melaria entre los apicultores más tecnificados. Esta media alza melaria tiene algunas ventajas:
Menor peso.
Fácil desabejado.
Mejor aprovechamiento de la madera.
Mayor durabilidad, ya que se comporta mejor en las maniobras de cosecha, transporte y extracción.
Mayor eficiencia del proceso de extracción.
Estas medias alzas melarias son especialmente indicadas para la obtención de mieles monoflorales o en zonas de bajos rendimientos.
El piso y el techo de la colmena son construidos utilizando maderas duras para darles mayor resistencia.
Alzas y marcos pueden ser confeccionados en maderas blandas de menor valor como el eucaliptus, pino, etc., ya que los marcos no están expuestos a la intemperie y las alzas pueden protegerse con distintos tratamientos.
En la mayoría de los casos, el material se adquiere desarmado y se deberá armar siguiendo las
indicaciones de su técnico de confianza.
La colmena estándar está diseñada para que cada cajón contenga 10 cuadros y de esa manera la distancia entre un panal y otro será exactamente el “espacio de la abeja” de modo que las abejas podrán mantener perfectamente la temperatura y ventilar la colmena sin necesidad de construir panales entre los cuadros. Esto debe ser así en la cámara de cría, pero en las alzas melarias, pueden colocarse 9 cuadros. Así se obtienen panales más anchos, que son más fácilmente desoperculados (quitar la capa de cera que cubre las celdas que contienen la miel) en el momento de la extracción.
Las abejas construyen sus panales donde lo desean, por eso conseguir que los hicieran sobre marcos de madera fue todo un desafío. Para resolver esta dificultad se utiliza la cera estampada, que da a las abejas una base de cera sobre la que labran los panales.
Las hojas de cera estampada se colocan en los cuadros, y las abejas labran sus panales estirando la cera de la hoja y agregando cera que ellas mismas producen.
El tiempo que demoran las abejas en obrar la cera varía con las necesidades de la colonia. Con un buen manejo, una colonia puede labrar un alza en una semana. Se estima que la cantidad de miel necesaria para elaborar un kilogramo de cera no excede en mucho los 6-7 kg, aunque se trata de un dato informativo, dado que está muy vinculado al estado de la colonia, temperatura y aporte de miel y polen, como ya hemos visto.
En condiciones de operculado normal, se obtienen por cada 100 kg de miel extraída 1,5 a 2 Kg de cera de opérculos. Destruyendo todo el panal, se obtienen 3 kg de cera por cada 100 kg de miel.
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